Cuaresma 2023: Escuchar y Levantarse

Ricardo Ramírez Basualdo
Jefe de Departamento de Filosofía y Religión

El tiempo de la Cuaresma comienza con el miércoles de cenizas, un momento en que la liturgia nos recuerda la realidad del ser humano y nos invita a dejar la soberbia a un lado.

Cuaresma nos llega en el momento en que comenzamos nuestras actividades del año, en el que nos adentramos en la rutina y la vorágine del día a día que parece no ser capaz de detenerse. ¿Cómo hacer para que al mismo tiempo nos dejemos tomar por Jesús e irnos a un lugar apartado cuando nos preocupan las deudas, compras para el colegio,
planificaciones, permisos de circulación, etc.? Aun cuando muchas veces no podemos dejar nuestra rutina de lado, en Cuaresma debemos “dejarnos conducir por Él a un lugar desierto y elevado, distanciándonos de las mediocridades y de las vanidades”. (Francisco, 2023).

El Papa Francisco para esta Cuaresma 2023, nos ha de recordar dos palabras: escuchar y levantarse. A partir del relato de la Transfiguración (Mt 16) que se lee durante el tiempo de la Cuaresma, vemos que Jesús se aleja, pero no solo, sino que acompañado. De igual manera la Iglesia hoy, en el proceso sinodal, está llamada a seguir a Jesús, ponerle en el centro, pero no individualmente, sino que juntos, una Iglesia que camina junta, como “compañeros de viaje”. Este viaje no es por cualquier camino, sino que es por el único “camino, verdad y vida” (Jn 14, 6) que es Jesucristo. Procuremos en esta cuaresma pedir la gracia de ser capaces de reconocer que Aquel ha de ser el camino para transitar. En esta cuaresma, el Papa Francisco nos invita a escuchar a Jesús en la Misa, en los hermanos, en nuestras comunidades, familias, compañeros de trabajo y amigos, en definitiva, en la realidad misma.

La segunda indicación es la de levantarse, e insertarse en la realidad, dirigirse hacia las fatigas del día a día de aquellos que nos rodean, pero no quedarse en la pesadumbre, porque el cristiano camina con la esperanza de la Pascua, porque el retiro de la cuaresma no termina allí, sino que se oriente con esperanza hacia la Resurrección.

Que en este tiempo de cuaresma seamos capaces de escuchar a Jesús y ponernos en camino y aproximarnos a la realidad que sufre, con la esperanza de caminar hacia la tumba vacía.