La filosofía y su uso diario

El pasado nueve de mayo me ha surgido una duda, ¿Para qué practicamos la filosofía hoy en día?, mismo día que nace el filósofo español José Ortega y Gasset (1883 – 1955), por lo que intentaré reflexionar a partir de su libro ¿Qué es filosofía?

Ortega identifica a la filosofía como el conocimiento del Universo. Notaremos que el Universo es lo que radicalmente no sabemos, lo que absolutamente ignoramos en su contenido positivo. Debemos tener cuidado con el concepto de conocimiento en sí mismo, pues este significa la solución concreta y positiva a un problema.

Ortega y Gasset agrega que “Las ciencias particulares empiezan por acotar un trozo del Universo, por limitar su problema, que al ser limitado deja en parte de ser problema”.  Las ciencias parten no con un problema, sino con algo que toman por sabido. La filosofía va más allá de las otras ciencias, pues no da nada por sabido, y a diferencia de las demás ciencias, trabaja resolviendo todos los problemas que viene a provocar el amplio concepto del Universo, ¿O quizás no?

Es obvio decir que en el mundo hay problemas que sencillamente son insolubles. Tomemos el ejemplo del Universo, y notemos que éste es todo aquello que no sabemos y que probablemente no sepamos nunca.  Si la filosofía es el conocimiento del Universo, entonces, es su obligación tomar la posición de enfrentarse con todo al problema, lo cual no quiere decir resolverlo, sino que demostrar positivamente su insolubilidad.

Hoy practicamos la filosofía para resolver o demostrar la solubilidad de un problema, además, este puede ser ágilmente usado para problemas del día a día inexplicables por otras ciencias como: ¿Cuál es el sentido de nuestras vidas? O cómo entender al prójimo y a la sociedad actual.