El filósofo surcoreano Byung-Chul Han, en su obra “Infocracia” (2022), nos revela la crisis de la verdad, la cual está afectando la sociedad contemporánea. “En la era de las fake news, la desinformación y la teoría de la conspiración, la realidad y las verdades fácticas se han esfumado. La información circula ahora, completamente desconectada de la realidad, en un espacio hiperreal.” Cada vez nos cuesta más distinguir lo verdadero de lo falso. En un mundo donde la tecnología avanza a pasos agigantados junto a la desinformación y la mentira, nos hemos quedos indefensos. Donde pareciera que cada vez que nos encontramos con una fuente de información, tomamos el rol de un detective buscando la pequeña pista que nos indique la veracidad o falsedad de las cosas.
Las redes sociales y los medios de comunicación masiva son actualmente donde se mueve la gran parte de la información que recibimos. Constantemente nos preguntamos si estas fuentes de información y las noticias que nos llegan son realmente verdaderas. Las fake news se han tomado el control mediático y la manipulación ideológica o alteración de los hechos se ha convertido en algo cotidiano por los medios de comunicación. Por último, el reciente surgimiento de las inteligencias artificiales, capaces de realizar cualquier tarea que se les indique, desde crear imágenes, escritos y hasta música lo suficientemente creíbles para generar una distorsión total entre aquello que es verdadero de lo que es falso. Solamente nos queda preguntarnos, ¿Y ahora, en que podemos confiar? ¿Cómo podemos discernir entre la verdad y la mentira?
La sociedad y el mundo contemporáneo constantemente se ven bombardeados por la aparición de nuevos problemas. El acelerado progreso científico y tecnológico nos han abierto las puertas a un nuevo mundo totalmente desconocido. La reciente explosión mediática y tecnológica de las inteligencias artificiales nos ha hecho cuestionarnos hasta qué punto podrán llegar estas tecnologías, a las cuales no cuesta cada vez más llevarles el ritmo.
El problema de las inteligencias artificiales ha dividido al mundo. Algunos a favor, otros en contra. El caso es que esta problemática nos ha demostrado una vez más lo pequeño que somos frente a la incertidumbre de lo que sucederá en el futuro. La tecnología avanza y nos hemos quedado atrás. Por el momento, solamente nos queda esperar y analizar el avance de estas nuevas tecnologías, con el fin de buscar y solucionar la inmensidad de problemas que nos ha arrojado. Tanto la sociedad actual, como la futura, tendrá que ocuparse del gran problema de la información, intentando encontrar una vez más cómo confiar en los medios de comunicación y las redes no suponga un problema.
Francisco Gutiérrez
Alumno Seminario Filosofía