Inicio Año Académico 2025: Un Encuentro de Fe y Comunidad

Durante todo el verano, nos preparamos con entusiasmo para reencontrarnos con nuestros alumnos y volver a ver nuestros patios llenos de risas, juegos y pelotas. El inicio del año académico comenzó con un acto especial en el que dimos la bienvenida a los nuevos alumnos, finalizando con una emotiva liturgia celebrada por nuestro capellán, Padre Víctor Pérez.

El acto comenzó con unas palabras de nuestra rectora, Carolina Sheward, quien dio un cálido saludo a los alumnos y a toda nuestra comunidad interna, agradeciendo además el trabajo realizado por los equipos administrativos y de apoyo durante el período de verano. Durante su intervención, también nos compartió los primeros alcances del proyecto de convivencia «Modo Presente», el cual se implementará este año en el colegio. Este proyecto tiene como objetivo promover un entorno libre de celulares, reforzando así el valor de la comunicación cara a cara.

A continuación, el Centro de Alumnos (CEAL) presentó sus objetivos para el año 2025 y dio la bienvenida a los nuevos alumnos y profesores que se integran a nuestra comunidad.

La actividad culminó con la liturgia, en la que el Padre Víctor nos invitó a vivir este año como un Año de Encuentro Personal, en el marco del Año Jubilar. La coincidencia con el inicio de la Cuaresma nos recordó que este es un tiempo de reflexión y preparación. En un mundo cada vez más marcado por las pantallas y la tecnología, nos invitó a dejar los dispositivos fuera para fortalecer los vínculos personales y enfocarnos en lo verdaderamente importante. Nos proponemos dedicar este tiempo a reconectar con lo esencial, estableciendo relaciones más profundas y auténticas dentro de nuestra comunidad escolar.

La Cuaresma, como tiempo de preparación para la Semana Santa, nos invita a mirar más allá de lo material y centrarnos en lo que realmente queda: el amor, la solidaridad y la misericordia. Este es un tiempo para ayunar de lo superfluo y centrarnos en ayudar a los demás, tal como nos enseña el Evangelio. a aquellos que están solos, enfermos o necesitados.

Finalizamos la liturgia con la imposición de las cenizas, un signo tradicional al inicio de la Cuaresma, que nos invita a convertirnos. Una oportunidad para replicar en nuestra comunidad escolar las enseñanzas del Evangelio, ayudándonos mutuamente a crecer en humanidad, solidaridad y amor.

Bienvenidos a un nuevo año escolar